domingo, noviembre 16, 2008

Hoja suelta


Hace tiempo que no publico un post y me da lata. He andado en otra y, por ende, poco lúcido en lo que a escritura respecta. Esto es un ínfimo fragmento de un cuento lleno de ideas que empecé hace un tiempo, claro que tiene pa’ rato. Le tengo fe eso sí. Si bien no suelo mostrar cosas incompletas, la inactividad del blog lo amerita.


Octubre 11, 2014.

Cuando me deprimo me da diarrea. He llegado a evacuar más de dos litros de heces líquidas en un día. Normalmente, de tanto defecar se me irrita el ano y me da una picazón insoportable. Gran parte de esta semana la he pasado en el baño: ha sido espantoso. Me rasqué tanto que me herí el recto. Esta vez ha sido peor que las anteriores, mucho peor. Desde el lunes que siento un nudo en la garganta y una angustia devastadora comprime mi pecho. Además, me dio una especie de taquicardia y mis ojos con frecuencia quieren llorar. He pasado estos días transitando desde mi cama al excusado y viceversa. A ratos exploto y lloriqueo por horas. Soy un estropajo. Hace seis días que no me baño ni salgo de mi casa. Lo único que hago es excretar, permanecer en mi cama en posición fetal y, una vez al día, ir a la cocina y embutirme lo que sea: latas de atún, pan duro con mayonesa o manzanas. Mi estado anímico yace en el suelo, aplastado por un derrumbe de congoja. Desearía tener acceso a psicotrópicos y envolverme en pastillas; lástima que no tenga trato con narcotraficantes ni farmacéuticos, aunque si lo tuviera no sé si tenga la energía suficiente para salir de mi domicilio en su búsqueda. Cada día que pasa me levanto menos: perdí el ímpetu. Tal vez estoy sufriendo del colapso de una sensibilidad exacerbada que derivó en depresión, en realidad no sé. Hay algo en el género humano que me hace desagradar particularmente y de vez en cuando saturar, no sé bien qué es, quizá sea su deliberado y campante estado de ignorancia o a lo mejor su minúscula percepción del mundo. El inalcanzable misterio que nos circunda me abruma y cada cierto tiempo me dan crisis de melancolía, pero esto ha ido más allá.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jaja, he tenido un par de semanas así(a excepción del episodio diarréico), y en mi caso decidí salir a carretear con un par de amigos al local de moda, con fin de buscar unas "wachas"... cabe mencionar q no entramos a aquel lugar, fuimos a un pub-bar, terminamos sobrios y pseudo extasiados con la conversa para asesinar el aburrimiento, en fin, no fue tan malo.