sábado, marzo 22, 2008

La grandeza de Lost


Hablemos, usted y yo. Hablemos de Lost. Veo el tercer capítulo de la cuarta temporada y pienso que Lost es indispensable. Lo he pensado muchas veces. Muchas. Es una serie inspiradora, estimulante, excitante. Y épica, en todo sentido. Lost habla de vidas, de búsquedas, de significados. Y la isla es el espectacular contexto y metáfora. Lost es un meta-relato delirante que toca el cielo. Y les diré por qué. El cine y la literatura tocan innumerables tópicos y de incontables formas, siempre con una característica en común: hablar de personas. Si revisamos los grandes hitos del cine y la literatura, veremos que casi todos son cintas o textos de personajes que sostienen tramas más que de tramas que sostienen personajes, ¿por qué?: porque no existe nada más grandioso que el propio individuo y sus misterios. Por eso Lost es de otro mundo, inserta historias de personas vulnerables en busca de un “algo” en una isla donde emprenden una búsqueda análoga. Es decir, mezcla una gran trama con grandes personajes que determinan sus propias tramas. Retroalimentándose. Dicho de otro modo, Lost toca temas trascendentales en un escenario más trascendental aún. ¿Es eso posible? Esta serie nos dice que sí. Lost habla de caminos perdidos, de esperanza, de fe. Y lo hace con una grandeza homérica. La isla es el significado de los significados, la búsqueda de las búsquedas, el sentido de los sentidos. Un jardín del edén maldito. Un paraíso dado de baja. Una nave extraterrestre mal estacionada. Ver Lost es ser parte de un estado de sublime y vertiginosa genialidad. Un botón que debe ser presionado cada 108 minutos o el mundo acabará. Osos polares. Filosofía. Ruinas de un pie gigante de cuatro dedos. Física. Instituciones ocultas. Religión. Una isla con capacidades curativas. Simbolismos. Y, sobre todo, vidas. Vidas que muestran psicologías, conductas, roles. Todo amante del cine y la literatura debiera ver esta serie. Lost es la concreción de una idea incoherente e inalcanzable. Una obra maestra que toca el cielo, señores. Y tal vez un poco más allá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

=)


no sé, nunca he visto mucho Lost, creo que no he pasado del segundo capítulo de la tercera temporada y si la viera creo que tampoco alcanzaría a entenderla y apreciarla como tu lo haces, pero es bacám leerte y ver tanto encanto, que te apasione tanto, es bacám la gente que logra apasionarce con cosas y las vive, hace tiempo no leía un comentario tuyo y menos así, aunque este lejos de saber de si es acertada o no, me gusta, y es bacám saber tb que te sigue gustando tanto esto, ojalá que sigas por que te sale de perillas, como que te brota por los poros...


cmabio y juera!

ADO dijo...

No soy fan de Lost, pero me gusta el fenómeno. Buen post.

Suerte tu que has visto "Southland tales"..yo se la encargué a un amigo a USA y además me va a traer la novela gráfica, donde se explican varias cosas que no salen en la pelí.


Saludos y nos estamos leyendo.