Asfixia: Tras la impecable y enaltecedora adaptación de la novela de Chuck Palahniuk
“Fight club”, por parte de David Fincher, se esperaba algo así con el primerizo cineasta (pero veterano actor) Clark Gregg y su rodaje de
“Asfixia”: la más importante novela de Chuky. Por desgracia se queda corta, tanto narrativa como estéticamente.
“Asfixia”, lamentablemente, resulta ser una comedia ligera cuyos dotes radican en la suspicacia del argumento que le sirve de base más que en su lenguaje visual. Claro, es graciosa, es satírica y el protagonista está bien elegido (Sam Rockwell); el problema está en que el potencial de
“Choke” (una novela que habla de un adicto al sexo, posiblemente descendiente de Jesucristo y que se asfixia en restaurantes para conseguir afecto) era muchísimo más explotable.
En busca de un beso de medianoche: Un tipo solitario quiere compañía en la noche de año nuevo y busca pareja en Internet. Punto. El filme está bien ejecutado: diálogos con ritmo, romanticismo bien ponderado, buena música. Además, la imagen está en blanco y negro y se genera una atmósfera más pulcra, tal vez más bella. El talón de Aquiles está en la falta de matices de la pareja protagónica: un tipo solitario, sólo eso, y una chiquilla pueblerina con afanes de ser estrella. Muy cliché. La cinta funciona, pero me pateó un poco eso. Otra cosa: ¿por qué tienen que ser tan bonitos? ¿La gente de aspecto promedio no puede protagonizar una película romántica? Aparte resuena mucho
“Antes del amanecer” y, de caer en la comparación,
“En busca de…” no logra superarla.
La duda: El origen teatral de este filme justifica por completo la elección del reparto. Se requería presencia, y quienes más precisos que Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman. Lo mejor del filme está en el poder de las interpretaciones, lejos. Hay unos diálogos muy potentes. La cinta habla de prejuicios, de conservadurismos exacerbados y, por supuesto, de la naturaleza de la duda. El principio jurídico de la presunción de inocencia plantea que el imputado debe ser tratado como inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero en la vida diaria esto no siempre ocurre y un poco de eso trata el filme. Además, funciona como película de misterio; de hecho, la fotografía y la dirección de arte fomentan ese matiz policial.
Taken: De vez en cuando es impagable sentarse frente al televisor o en la butaca de un cine y simplemente dejarse llevar por una historia que te atrape. Da lo mismo si habla de la vida o de la muerte, o de lo humano o lo divino, o si captura de algún modo la belleza.
Taken es una película de acción y suspenso bien hecha. Nada más. No pone al género en un nuevo nivel ni brinda al cine un gran aporte, pero divierte. Jugando con un par de clichés y manejando muy bien esa fina sensación que es el suspenso, el filme hace que nos olvidemos de nuestros quehaceres por una hora y media y con eso me doy por pagado. ¿La trama?: un espía deja su trabajo para estar cerca de su hija, pero ella es raptada y tendrá que usar toda su
experticie y amor de padre para recuperarla. Qué lindo, ¿no?
Vicky Cristina Barcelona: En este filme, Woody Allen sigue hablándonos de la psicología humana, de los instintos básicos, de las mujeres fatales y, en definitiva, de sus obsesiones. La trascendencia de la película radica en la suspicacia con que plantea los conflictos sentimentales, los diálogos y la trama de acciones. Además del impecable manejo del absurdo en las relaciones humanas. Todo revestido de erotismo y picardía. A propósito del filme se habló mucho del rol de Barcelona, pero para mí, tal como ocurre con Nueva York en sus otras películas, la ciudad simplemente es un escenario adecuado y no necesariamente implica mostrar una identidad cultural; a diferencia de otras películas donde sí es fundamental (
Slumdog millionare, por ejemplo). Si bien la cinta no se sitúa dentro de los grandes logros de Woody, podría decirse que es un delicioso postre preparado por él con sus ingredientes favoritos.
Halloween, el origen: Nunca fui fanático de la versión original. Quise ver este remake por una sola razón: lo dirigía el macabro Rob Zombie. La cinta antigua, al margen de la mística que generó en la época, no tenía mucho brillo, pero Zombie generaba grandes expectativas (sus dos filmes anteriores las justificaban). Me imaginé que lograría suspenso, escenas crudas,
gore del bueno, etcétera. Lamentablemente, la película resulta tediosa y decepcionante. Algunos dicen que hizo lo que pudo con una historia bastante plana, pero estoy seguro que si le pasamos el filme más aburrido del mundo a Tarantino haría algo divertido. Por algo se llama REMAKE (rehacer). Me defraudaste, Rob Zombie. Te tenía más fe.